1/9/11

Algunas debilidades en la enseñanza Universitaria



Al final sólo conservamos lo que amamos, sólo amamos lo que entendemos, sólo entendemos lo que aprendemos. (Baba Diou. Poeta Senegalés)

Parte I

Al margen de la polémica sobre la Ley de Educación Universitaria, en la cual privan por encima de toda argumentación, apetencias del gobierno por el control político de las Universidades, con fachadas de contraposición de valores; empero sin defensa a ultranza de la actual gobernanza autonómica, se hace propicia la ocasión para vaciar algunas pinceladas críticas, en parte sustraídas de mi obra 15 Relatos SocioHistórico desde una Perspectiva Ecológica (2010.pág 267-275)

1.-El vocablo educar deviene de educere, significando “sacar afuera”. Entendido en sentido genérico como un proceso cognoscitivo de transmisión y aprendizaje de conocimientos, dotando a las personas de un conjunto de saberes, destrezas, capacitaciones, enseñanzas, experiencias y valores. Siendo a su vez una herramienta de transformación del conjunto social; por tanto, los sistemas educativos son al mismo tiempo agente y resultado de los procesos de cambio social, apareciendo tres modalidades de enseñanzas: La Formal (curricular y con acreditación, La no Formal (extraescolar y complementaria) y la Informal (difusa-cotidianidad social).

2.-Es manifiesto el carácter tradicional de los métodos y las enseñanzas en la mayoría de nuestras universidades, que acreditan como de las instituciones más conservadoras, resistente a los cambios y a espaldas de la realidad social, algunas cátedras y ofertas educativas hacen comparsa con el bizantinismo. La educación en sombras y no de luces, llevó a decir al filósofo y ensayista español Ortega y Gasset: “Hacer cambiar la universidad es como remover cementerios.”

Pérez, A. (2007) abonando sobre el tema, expresa: “necesitamos plantearnos con radicalidad una nueva manera de ver las cosas y de asumir la educación. Hace más de cincuenta años, al final de la segunda guerra mundial, Alberto Camus escribía: “Cambia el mundo y en él los hombres y hasta el entorno y sólo la enseñanza no ha cambiado. Lo que quiere decir que a los niños se les enseña a vivir y a pensar para un mundo que ya no existe.” (p. 18) Pena, A. - Retamal, V. (2009) cuestionan el rol de las universidades ante su reticencia al espíritu de cambio en los docentes y la desinformación en el cultivo e inclusión de valores en los educandos: “ En este sentido el fin de la universidad no es simplemente preparar a los jóvenes al mundo del empleo, sino sobre todo cultivar en ellos los valores y principios que atraviesan el tiempo… lo que está en juego es un modelo de universidad que tenga como misión la responsabilidad social, la solidaria frente a las nuevas generaciones…” (p. 10)

3.-Por excelencia las universidades se enseña, bajo el prurito que estamos en el máximo umbral del conocimiento en la historia de la humanidad y usufructuarios de los mayores logros en progreso y bienestar. Paradójicamente, también se asiste a una de las etapas más polémicas de desafíos y de contrates sociales. Al extremo que se hace omnipresente una crisis ecológica, cuya mayor expresión es el cambio climático, con catástrofes naturales a granel. Confiándose en remedios meramente científicos

4.-La educación negada, diferida o no actualizada, representa una rémora para el adelanto intelectual de los pueblos, se destaca su importancia para el crecimiento social y la conversión de persona en ciudadano, en donde al saber se le otorga un papel preponderante en el propósito del crecimiento y fortalecimiento humano, tal como lo enjuició el maestro Don Simón Rodríguez, hace doscientos años, así: “No puede negarse que es inhumanidad el privar al hombre de los conocimientos que necesita para entenderse con sus semejantes, pues sin ello su existencia es precaria y su vida miserable”.

5.-Existe una especie de autismo o discapacitación ecológica a nivel educativo, en desconocimiento a supremos mandatos legales: Constitucional Nacional (artículo 107); Ley Orgánica del Ambiente (art. 35 Nº 1º) y Ley Orgánica de Educación (arts. 6, 14,15 y 25). Dispositivos que ordenan la obligatoriedad de la educación ambiental a todos los niveles formales e informales de nuestro sistema educativo. Omisión legal que contribuye a la formación de simples profesionales ganados al instrumentalismo, insensibles y apáticos, operando en frías parcelas del conocimiento, a lo sumo como especie de diestros espadachines, sustraídos de valores y principios humanísticos, que equivale a decir a una cultura integral.

Parthasarathi, S. (1986) advierte de los excesos de la sobre especialización, presente, hasta en las cosas más cotidianas: “Por desgracia hoy en día un especialista de algún tema no puede entender a un especialista de otro tema, ni siquiera en las universidades, en la cuna del conocimiento. Hemos creado una civilización que ha llegado al extremo tan ridículo de que nadie puede entender a nadie.” (p. 9).

Finalmente, este discurso, deja como reflexión lo expresado por el insigne profesor Joan Robinson de la Universidad Oxford, en un homenaje en la Univer¬sidad de Basilia 10/14/79: “después de una vida entera de dar clase en la universidad, me gustaría creer que me gano la vida honestamente, pero frecuentemente tengo mis dudas”.

Dr Nelson Troconis Parilli.
Junta Directiva nacional MOVEV