13/12/10

Estimular la Carrera Verde contra el cambio

CANCÚN, México, - Mientras los negociadores en esta sudoriental ciudad mexicana se esfuerzan por lograr avances, algo muy interesante ocurre en el mundo. Y se trata de buenas noticias: varios países han comenzado a reconocer el valor económico de cumplir con la demanda de tecnología verde.

Como resultado, se dispara una "Carrera Verde" para un más eficiente uso de los recursos naturales. Esto presenta para las economías nacionales e internacionales grandes oportunidades que son reconocidas no sólo por el sector privado sino también por los países.

Más y más gobiernos están tomando nota de esta Carrera Verde y comienzan a participar con serias ambiciones. Tomemos por ejemplo el reciente discurso del secretario de Energía de Estados Unidos, Steven Chu.

El funcionario definió el éxito de China y de otros países en las industrias limpias como un nuevo "Momento Sputnik"** para Estados Unidos que requerirá una movilización de la maquinaria de innovación para competir en la carrera mundial por empleos en el futuro.

"Cuando se trata de innovación, los estadounidenses nunca hemos quedado atrás, y ciertamente no comenzaremos ahora", dijo Chu.

"Desde la energía eólica hasta los reactores nucleares para trenes de alta velocidad, China y otros países se mueven en forma agresiva para alcanzar el liderazgo. Ante ese desafío y las enormes oportunidades económicas en energía limpia, es tiempo de que Estados Unidos haga lo que sabe hacer mejor: innovar", añadió.

La Unión Europea (UE), bajo la dirección de la nueva comisaria de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, también cambió su enfoque sobre cambio climático.

La funcionaria señaló que la UE debería actuar contra el recalentamiento planetario para proteger sus intereses económicos, sus empleos y su crecimiento.

Se trata de un claro viraje respecto de la "cruzada moral" que lideró el bloque y que lo marginó en la COP 15 (15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) en Copenhague.

IMPULSANDO NUEVA TECNOLOGÍA

Se espera que la población mundial en los próximos 40 años crezca a 9.000 millones y, según la Agencia Internacional de Energía, reducir las emisiones de gases invernadero requerirá inversiones en tecnologías bajas en carbono de aproximadamente 750.000 millones al año para 2030, y de más de 1,6 billones anuales entre 2030 y 2050.

Alrededor de 70 por ciento de las reducciones podrían lograrse con las herramientas existentes hoy, pero también hay una necesidad de crear nuevas tecnologías.

Las tecnologías bajas en carbono no están progresando lo suficientemente rápido como para afrontar los desafíos del cambio climático.

Con esta urgencia en mente, debo admitir estar algo perplejo al ver que los gobiernos debaten en Cancún un nuevo Mecanismo de Tecnología internacional para ayudar a transferir y desplegar tecnologías en países en desarrollo e ignoran que ya hay una solución mundial en la mesa: el sector privado.

Nosotros desarrollamos, desplegamos y transferimos tecnologías a una escala masiva todos los días. Los gobiernos deberían intentar promover esta capacidad en lugar de duplicar el trabajo que hacen las empresas.

Las actuales negociaciones deberían estar destinadas a fortalecer este sistema y asegurar que haya incentivos específicos para que los países más pobres puedan también beneficiarse de esas inversiones. No deberían intentar reemplazarlas o duplicarlas.

Billones de dólares se necesitan para alcanzar las metas de reducción de emisiones y de estabilización del clima. No es que falten los fondos para las inversiones, simplemente deben movilizarse.

LO QUE DEBE OCURRIR

Las economías líderes del mundo han visto "la escritura en la pared"***. Si quieren ser también las economías líderes del mañana deben ser capaces de proveer sistemas eficientes y no contaminantes, así como lo hacen con los productos y servicios hoy.

Y para lograr una transformación de sus mercados internos necesitan generar demanda, crear capacidades y aumentar su tamaño. Este nivel de cambio sólo puede lograrse en una nueva asociación entre los gobiernos y el sector privado.

Las fuerzas del mercado por sí solas no son lo suficientemente fuertes para lograr tamaña transformación. Necesitamos la ayuda de marcos regulatorios de apoyo para estimular la demanda de nuevos productos y servicios.

Durante la COP 16, el Consejo Mundial de Empresas para el Desarrollo Sostenible divulgó un informe titulado "Innovando para un crecimiento

verde: conductores del sector privado en RD&D (siglas en inglés de Investigación, Desarrollo y Demostración)".

El informe demuestra que la Carrera Verde entre países y compañías ofrece significativas oportunidades para que el sector privado invierta en el mercado de tecnologías bajas en carbono. Incluye consejos a los gobiernos sobre cómo apoyar la RD&D de métodos y tecnologías para estimular las inversiones privadas.

Concentrarse en estas recomendaciones ayudará a asegurar la aceleración de tecnologías innovadoras bajas en carbono que serán el fundamento de cualquier acuerdo global.

Los gobiernos al fin de cuentas determinarán el campo de juego, pero no pueden lograr el éxito sin el sector privado como el socio que provee la gran parte de las soluciones. Éste no puede quedarse ocioso. El sector privado no ha entrado en acción debido a la crisis financiera. Cuando se accionen los gatillos adecuados, volverá a la vida.

* Björn Stigson es el presidente Consejo Mundial de Empresas para el Desarrollo Sostenible. Esta columna es parte de una serie de artículos de opinión y entrevistas sobre la responsabilidad social y ambiental corporativa, apoyada por Anheuser-Busch InBev.

** Se conoce como "Momento Sputnik" la época en que Washington, ante el lanzamiento en 1957 del primer satélite artificial por parte de la Unión Soviética, tomó conciencia de la importancia política de participar en la carrera espacial.

*** Expresión que indica desgracia inminente, en alusión a la predicción de la caída de Babilonia en el libro bíblico de Daniel.