Una empresa de mala muerte hacedora de carbón vegetal viene acabando con la vegetación alta y media de los ríos Socuy, Maché y Cachirí y de las adyacencias del embalse Manuelota. Los hornos de esta empresa fantasma vienen operando con un personal donde se puede apreciar algunos niños wayuu menores de edad de un poblado vecino denominado Jassain o San Miguel de la parroquia Monseñor Marco Sergio Godoy del municipio Mara, a cinco minutos del caserío El Paraíso.
Estos empresarios inescrupulosos vienen estimulando en las poblaciones wayuu y campesina de la zona el corte de árboles madereros de manera indiscriminada que luego son adquiridos por metros cúbicos a precio de gallina flaca, sin importarles la erosión de los suelos y la sedimentación de los ríos y el embalse Manuelote, ni mucho menos el cambio climático con la merma de los bosques originarios consumidores de Dióxido de Carbono.
Los árboles negociados son transportados en trozos en dos viejos camiones sin baranda a los hornos a plena luz del día al igual que mieles de sacos de carbón en otros camiones (Camión Chevrolet 750 Placa A76-AB3A) que se desplazan frente a los puestos de la policía y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) de Cachirí.
Nuestro llamado es al Ministerio del Ambiente a revisar la perisología y el modus operandi de esta empresa, al igual que a la GNB a ejercer mayor control y vigilancia sobre la continua desforestación y venta de madera y de animales silvestres en esta zona de Cachirí.
Sociedad Homo et Natura