14/2/12

Entrevista ambiental con el Sr. Candidato

Comienza la rueda de prensa con el Sr. Candidato, se levanta el primer periodista y pregunta:

¿Señor Candidato, a que atribuye usted que a pesar del gran debate electoral sobre aspectos fundamentales del acontecer nacional, el tema ambiental es el gran ausente? Agradezco profundamente tu inquietud al plasmar esa reflexión, por demás profunda y de un alto contenido humanista. Valoro mucho, el coraje, el arrojo de tus palabras, sé que ejercer el periodismo muchas veces va en contra de principios personales porque cuando se trabaja para entes privados o del estado, hay veces que no se puede ser totalmente imparcial en las cosas, pero veo en ti, una real decisión en la búsqueda de la verdad y eso hay que admirarlo. Sigue así hijo, seguro que vas a llegar muy lejos. Y seguidamente el Sr. Candidato dice, la siguiente pregunta: El segundo periodista, según la lista hecha por el orden de llegada expone:

¿Señor Candidato, que piensa usted que hay que hacer con la disposición de la basura en el país? Déjame decirte que esa pregunta es muy importante. Hay personas que no entienden lo trascendente de esta materia y pareciera que le restan importancia. Que equivocados están. Ese es un asunto muy significativo y te agradezco de verdad habérmelo planteado. Todos los que me conocen saben que en mi tienen además de un excelente gerente publico, un amigo, un hermano y que nadie nunca tenga temor en preguntarme nada. Y el Sr. Candidato vuelve a indicar con cierta autoridad, la siguiente pregunta:

Toma la palabra otro periodista: ¿Candidato los lagos cada vez están mas contaminados y estos a su vez por la sedimentación están desbordándose o subterráneamente se están comunicando con los embalses de agua potable, poniendo en alto riesgo la salud de la población, que tiene planeado al respecto? Menos mal que me estas preguntando eso, porque ya es hora de decir las cosas bien claras y sin tapujos. Nosotros tenemos que hablar con sinceridad y decir verdades duélale a quien le duela. Yo siempre he dicho, que aquí no se trata ni de colores ni de credos, esto es algo serio, realmente circunspecto que todos debemos entender. Estoy abierto a trabajar con todos en la búsqueda de la mayor felicidad posible, ese es mi gran compromiso. El siguiente, ordena el Sr. Candidato:

Otro osado periodista pregunta: ¿Candidato que acción piensa tomar contra las personas que están invadiendo los parques nacionales y /o reservas naturales con la excusa de que no tienen terreno para construir sus viviendas?. Te agradezco mucho que traigas esa idea para que lo conversemos. Si no lo planteaba algunos de ustedes aquí, yo mismo lo iba hacer. No pensaba irme sin explicar bien esto. Uno en la vida tiene que ser responsable y la familia es la célula fundamental de la sociedad. Y sin sociedad no hay progreso. Lo digo ahora y lo diré siempre, así esto no le guste a todos, pero como dicen por ahí, por la verdad murió Cristo. Bueno muchachos, lamento decirles que con esta respuesta, cierro ya el ciclo de preguntas, debo marcharme de inmediato porque me espera otra rueda de prensa de temas tan relevantes como este. No dejen de votar y recuerden siempre que yo soy el camino de la esperanza futura utópica

Acto seguido, el equipo del candidato hizo los aplausos de rigor y se levantaron de sus asientos. Muchos periodistas se quedaron con preguntas por hacer.


Por Lenin Cardozo

Manifiesto ambientalista

La época de los "sistemas" ha pasado.
La época de la construcción de la forma
esencial del ente a partir de la verdad
del ser no ha llegado aún...

M. Heidegger, Aportes a la filosofía.

A los siete mil millones de seres humanos, contabilizados por la Organización de las Naciones Unidas al inicio de la segunda década del siglo XXI, a los que nacerán en el transcurso de los próximos años, a todos los seres vivos distintos a la raza humana, a quien a partir de ahora “apellidaremos”: los humánidos, que siendo del reino animal o vegetal, nos acompañan de manera esencial – por eso le damos nuestro apellido - en la fantástica aventura sobre el planeta Tierra.

Somos categóricos al definir al ambientalismo de hoy como el sagrado respeto al don de la vida, el legado para quienes vendrán. Es la retribución con el más profundo amor a nuestras dos madres, a la biológica y a la natural (La Madre Tierra). El reconocimiento a quienes han sido nuestros padres: árboles, montañas, ríos, lagos, cielo. Es proteger a los hermanos los no humanos: invertebrados, vertebrados, anfibios, el reino vegetal. Es pedir perdón por quienes han sido sacrificados o robados para prolongarnos la vida. Es la lucha por la vida que le da sentido a la vida. Es lo opuesto a la crueldad, a la codicia. Es el camino de la paz espiritual, sin culpa. Es la última utopía.

Un ambientalista tiene como misión de vida re-imaginarse el mundo, entender y hacer entender que todas las especies que lo habitan tienen derecho a la vida, y aun en el último segundo o latido, tenazmente debemos defender. Aceptar la existencia del “otro”, es el primer compromiso. La cual debemos comprender y respetar. El “otro” puede ser una persona que piense distinto a nosotros, con diferentes religiones, posición social, razas. Pero también allí van incluidas, por supuesto, las distintas especies animales, vegetales, ecosistemas, habitas, las aguas, el aire, la tierra sobre la que andamos todos los días.

El pensamiento ambientalista se creo en América, América lanzo al mundo el S.O.S del ambientalismo. América como continente, trae en sus genes una cosmovisión ambientalista, que viene de sus ancestros indígenas, y en el siglo XX, las primeras acciones que interpretan con valentía la defensa de la naturaleza, surgen de la zaga del Greenpeace, en Vancouver, al oeste de Canadá. Hippies ecologistas, llamaron la atención del mundo al protestar con independencia, sin compromisos partidistas ni vinculaciones con las ideologías existentes, las pruebas nucleares en el pacifico. Luego la intolerancia y el hostigamiento, de quienes gobernaban ese país para la época, obligo a la mayoría de sus fundadores a refugiarse en Europa. Era demasiado sospechoso, en plena guerra fría, protestar para defender el planeta.

La propuesta ambientalista, no es la tercera vía, ni es el nuevo traje de una izquierda o de una derecha que ven disminuidas sus ofertas electorales. Tampoco, es una secta o alguna nueva religión. Hoy es la única vía, para valorar la vida. Vivimos nuevas realidades que exigen a gritos nuevas estrategias. Es replantearse un cambio en nuestro contrato social sectario por un contrato natural incluyente. Requerimos códigos de ética globales. Cambiar ese conservador “sentido común”, por un sentido ambientalista.

El ser humano, tiene la capacidad de reinventarse así mismo y el planeta requiere esa metamorfosis, la inteligencia para sumar esfuerzos y saberes específicos, generales, propios, aprendidos o empíricos, pero todos con una meta común, preservar la Tierra. Ser ambientalista es una postura comprometida, firme y activista. Es no actuar como el avestruz, que ante la incomprensión o el peligro mete su cabeza en un hueco, para eludir la realidad. Proteger las especie (humanus y humànidos) en la naturaleza, es el desafío.

La vieja contienda entre la civilización y la Tierra, ya debe desaparecer radicalmente, sustituirla por la convivencia amorosa, equivalente, mutuamente aportativa entre la Tierra y la civilización (la paz fértil) para salvaguardar el milagro mayor del Planeta Azul: la existencia.

En este esfuerzo titánico de los mejores hombres y mujeres para cambiar el rumbo del destino del mundo, para apartarlo del futuro desastre al cual lo ha llevado la insensatez humana, confluyen - a nivel científico, artístico, poético, filosófico, humanístico - los conservacionistas quienes se ocupan de proteger la naturaleza, entendida como la diversidad de flora y fauna (la defensa de una especie en vías de extinción, por ejemplo), la belleza de los parajes naturales, como un privilegio del que disfruta la especie humana, como un lugar de esparcimiento, recreo y contemplación que debe ser respetado tal y como ha sido heredado a lo largo de la historia; los ecologistas que profesa la ecología como ciencia, los científicos de las ciencias naturales que estudian los habitas, ecosistemas, biomas, etc.

Los ambientalistas como activistas que exigen una reciprocidad activa, fecunda entre el ser humano y el ambiente, una relación generacional, que no esté basada en un modelo de explotación de los recursos irracional y destructivo. Radicales en la defensa del derecho al disfrute de la vida de todas las especies.

Este manifiesto concluye con la proposición de los cinco haceres primarios generales para materializar la acción del ambientalista:

1. Liberar el espacio donde habitamos: la casa o apartamento en lo posible de las contaminaciones ambientales (preparar la basura para el reciclaje, ahorrar energía, administrar bien el agua, mantener el ornato, etc.)
2. Vigilar el sector urbano donde vivimos: vitalizar los espacios verdes (jardines, islas de avenidas, plazas, parques, etc). Denunciar los botes de aguas blancas y servidas. Atacar la contaminación sonica, etc.
3. Presionar: todo ambientalista tiene suficiente perfil ciudadano para llevar a las instancias de gobierno (alcaldías, consejos municipales, consejos legislativos estadales, gobernaciones, ministerios, etc.) sus proposiciones, denuncias, sugerencias etc.
4. Divulgar: todo ambientalista debe usar los medios divulgativos a su alcance (prensa escrita, radio, televisión, redes sociales, aulas escolares, espacios universitarios, etc.) para llevar a cabo todo lo que se ha señalado en los acápites anteriores y así como nuevos aportes e ideas, en fin.
5. La herramienta política: el ambientalista asumirá si fuere necesario, funciones políticas firmes para defender el ambiente. Sin miedo.

Los ambientalistas del mundo, nos comprometemos a través de este manifiesto a cumplir las siete acciones sacras para salvar la Tierra: Siembra árboles, protege los animales y la flora silvestres, goza el placer del aire, respeta el agua, administra el fuego, ama la tierra y a la Madre Tierra, valora la vida.

Defendamos con toda la fuerza de nuestros músculos, de nuestro pensar, de nuestro sentir a la patria donde nacimos y a la Madre Patria donde retornaremos para el viaje por el avismo de la eternidad, el Planeta Azul, la Tierra.

Lenin Cardozo Ambientalista

El Zamuro americano, muy feo pero el más activo ambientalista

El Zamuro (de nombre científico Coragyps atratus, el de cabeza negra) es uno de los llamados buitres americanos. Habita a lo largo y ancho del Continente Americano. Se le observa desde el norte de los Estados Unidos hasta el centro de Chile y Argentina. Igual, se le avista en algunas de las islas próximas a los continentes como Cozumel en México, Margarita en Venezuela y otras. Algunos llegan hasta las Antillas. En definitiva es un gran aviador, alcanzado alturas hasta de 2800 metros de elevación sobre el nivel del mar.

Aunque no son aves agraciadas por su colorido o canto, los zamuros cumplen una extraordinaria función en el reino animal, son los grandes limpiadores de los animales muertos y gracias a ese “estilo de vida”, son los controladores naturales de epidemias que son susceptibles de propagarse en las zonas aledañas, producto de las toxinas y bacterias que expiden los cadáveres. Una manada de Zamuros puede en horas dejar solo en los huesos a una vaca o caballo ya en estado de putrefacción. Son también los llamados reyes de los basureros, siendo los grandes procesadores de materia orgánica descompuesta de esos espacios.

Otro encanto indiscutible, es su suave volar. A pesar de su gran tamaño, son capaces de pasar horas interminables surfiando los vientos. Catapultándose a través de las corrientes termales para elevarse. Todo un espectáculo. Un arte en el mundo de las nubes.

Del poeta venezolano Lubio Cardozo en su canto al Zamuro, descubrimos las otras bondades de una de las aves más “feas” y más útil de la naturaleza:

ZAMURO

Renunció el zamuro a todos los privilegios
a cambio de tornarse invisible:
todos los ven pero nadie lo ve.

Dejó la buena carne de caza
a las águilas, los cóndores, los halcones.
No mata, espera sigilosamente el cadáver
de los moribundos.
Nadie podrá tildarlo de goloso.

Dejó los brillantes colores a las aves soberbias,
el azul cobalto a las águilas,
el rojo a los gavilanes,
el blanco a las garzas.
El escogió el negro,
más no el brillante azabache,
sino el negro opaco, sin nobleza,
abrochado por una cabeza arrugada,
un pico torpe, ojos taciturnos.

Hubiera sido el ave emblemática de Francois Villon,
de Poe, Budelaire, Rimbaud,
de los antihéroes.

Ama el Sol, desconoce la Luna.
Su elevarse no ambiciona
cual la harpía
el cenit;
disfruta él, displicente, de los vientos, del azul.

Posee sin embargo la envidiable virtud
cuando sereno en herméticas espirales vuela
escribir con esa singular caligrafía
sugestivos poemas en la pared del cielo.


Lenin Cardozo. Ambientalista venezolano