7/12/11

MANGO CONTRA EL CANCER DE COLON Y SENO.

La familia Anacardiaceae es una familia importante desde el punto de vista económico en cuanto que comprende muchas especies cultivadas por sus frutos comestibles. En particular, en las regiones cálidas, se extienden los cultivos del mango, Mangifera indica, que produce sabrosas drupas. El pimentero falso, Schinus molle, originario de América tropical, es una especie muy utilizada, sobre todo en la Italia meridional, para repoblar desmontes y como planta ornamental en parques y jardines.

Entre las especies de origen mediterráneo podemos recordar el pistacho, Pistacia vera, cultivado en Sicilia, en el Etna concretamente, que produce unas apreciadas drupas muy utilizadas para confeccionar dulces y embutidos; el zumaque, Rhus coriaria, hace tiempo cultivado para obtener taninos de uso industrial; el lentisco, Pistacia lentiscus, cultivado en alguna isla de Grecia para extraer la resina aromática, utilizada en farmacia.

Las especies autóctonas más importantes de nuestra región son el lentisco, característico de la maquia termo-xerófila del litoral, y el terebinto (Pistacia terebinthus
Usos medicinales del Mango.

Esta planta ha sido distribuida por todo el mundo en las zonas tropicales, pero es originaria del este del continente asiático e India.

De tronco grueso, este árbol alcanza los 25 metros de altura, sus hojas de hasta 25 cm son alternas, lanceoladas y correosas. Su flor es de color amarillo intenso o naranja, con cinco pétalos los cuales van decreciendo en forma piramidal. Posee un fruto carnoso rodeado de una fibra leñosa, puede ser marron, verde, rojo o naranja.

Indicaciones:
Para tratar el cáncer : Posee propiedades anti cancerígenas y antisifilíticas.

Como laxante : A pesar de que el fruto cuando está maduro puede actuar como un buen laxante, verde es un excelente astringente, y recomendable para la vaginitis, el catarro o la diarrea .

Problemas intestinales: El polvo de la raíz, o la semilla tostada sirve para eliminar parásitos intestinales como lombrices o la tenia.

A nivel urinario: La infusión de las flores es utilizado para infecciones urinarias en gran parte de América del sur.

En la antigüedad la resina del tallo se utilizaba en casos de diarrea crónica i sífilis gracias a sus propiedades sudoríficas.

Posee grandes beneficios a nivel respiratorio, endocrino, ginecológico y digestivo. Las flores se toman en infusión, mientras que las hojas y la raíz en decocción.


Un estudio reciente de científicos de la Universidad de Texas A&M acaba de comprobar que el mango no es sólo efectivo previniendo el cáncer de colon, sino que destruye las células cancerosas cuando la enfermedad ya está presente. Algo similar hace con las células cancerosas del seno.

El hallazgo ha revolucionado la idea que en Estados Unidos se tenía de esta fruta originaria de la India , tanto que se ha cuadruplicado su consumo en comparación con lo que se ingería del mismo una década atrás. “La investigación fue financiada por la National Mango Board (entidad estadounidense auspiciada por el Departamento de Agricultura de ese país), y llevada a cabo por los científicos Susanne y Steve Talcott, quienes analizaron in vitro el impacto causado por el mango en siete tipos diferentes de células cancerosas, entre ellas de pulmón, de páncreas y de próstata, entre otros”, comenta el ingeniero guatemalteco Olaf Rasch, director del National Mango Board.

La respuesta más significativa se observó en ciertas células de cáncer de colon y de seno, las cuales en palabras científicas sufrieron apoptosis, es decir, muerte celular programada de las células malignas, no así de las células sanas. El estudio reveló que los polifenoles (también presentes en, por ejemplo, la semilla de la uva, el vino tinto y el té verde) del mango consisten tanto en moléculas pequeñas que son absorbidas con facilidad durante la digestión, como de moléculas más grandes que no se absorben, sino que llegan intactas hasta el colon, en donde estarían expuestas a las células cancerosas.

El mango aporta al organismo más de 20 vitaminas y minerales, sobre todo vitaminas A y C, además, por su alto contenido en fibra dietética, la fruta puede ayudar a quienes padecen de estreñimiento crónico. “Los estudios demuestran que el mango está lleno de antioxidantes, y precisamente por eso se considera que funciona tan bien en la prevención de varios tipos de cánceres, sobre todo el de colon y el de seno. Los doctores Talcott descubrieron que las células que están a punto de mutar o dañarse, se mantienen sanas gracias a los polifenoles existentes en el mango”, agrega Rasch. Los nutricionistas recomiendan ingerir entre cinco y trece porciones de frutas y vegetales al día para mantener el cuerpo en óptimas condiciones y, sobre todo, libre de enfermedades, así que lo ideal sería incluir un mango diario como parte de esa dieta balanceada.

A la par de este reciente estudio, los científicos están analizando la habilidad que tiene el mango para modular la glucosa y los lípidos del organismo, así como el posible impacto que la fruta pueda tener en la densidad ósea de una persona. “Dentro de poco iniciaremos otra investigación que pretende reunir a personas con alto riesgo de padecer cáncer de colon para administrarles la fruta de forma regular y ver qué sucede”, continúa Rasch. En Guatemala se produce mango de exportación desde 1980, sobre todo de las variedades conocidas como Tommy Atkins y Ataulfo, y en mucha menos escala las llamadas Keith y Kent. La National Mango Board se formó hace unos cinco años con participación de siete exportadores latinoamericanos, entre ellos uno guatemalteco, y otros siete importadores estadounidenses con el apoyo del Departamento de Agricultura de EE.UU.

FUEGO CRUZADO EN DURBAN

Canadá abrió fuego en Durban al referirse al Protocolo de Kioto como “algo del pasado”

Cuando entró en vigencia el Protocolo de Kioto, Canadá asumió el compromiso de reducir sus emisiones para el quinquenio 2008-2012 en un 6% en relación con las de 1990. Sin embargo, en la actualidad sus emisiones son 30% superiores a las de 1990. Falsas promesas que, aunque en principio tienen un carácter vinculantes, en la práctica carecen de mecanismos para garantizar su cumplimiento.

Canadá tiene un especial interés en socavar el Protocolo de Kioto, único instrumento vinculante del Convenio Marco sobre Cambios Climáticos. Tanto sus corporaciones multinacionales como su gobierno le han asignado una altísima prioridad a la aprobación por parte del gobierno de Estados Unidos de la construcción del oleoducto Keystone XL, el cual atravesaría los Estados Unidos de norte a sur, unos 3000 kilómetros desde la provincia canadiense de Alberta hasta el golfo de México. Este oleoducto permitiría transportar petróleo extra-pesado extraído de las arenas bituminosas de Alberta hasta refinerías localizadas en Houston y Port Arthur, Texas, para su procesamiento y posterior distribución en los Estados Unidos durante décadas. El proyecto ha sido catalogado como estratégico y prioritario tanto por el gobierno de Canadá como por el lobby petrolero norteamericano. Implica la renuncia definitiva por parte de ambos países a cualquier intento global por reducir las emisiones de carbono y evitar un aumento de temperatura mayor a los 2°C. En la actualidad se encuentra a la espera de aprobación por parte del congreso norteamericano.

Las emisiones totales provenientes de las actividades de minería, extracción y mejoramiento de este tipo de bitumen son 50% superiores a las del petróleo convencional producido en Canadá. La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos advierte:” Estimamos que las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la explotación de las arenas bituminosas del Canadá serán aproximadamente 82% superiores al promedio de las provenientes del crudo refinado en los Estados Unidos en el ciclo de vida del pozo al tanque de combustible”.

Para el año 2020 se proyectan 100 millones de toneladas anuales en emisiones provenientes de este proyecto. El oleoducto antepone los intereses económicos de empresas petroleras y los intereses políticos en ambos países, a la seguridad y las necesidades de generaciones futuras no sólo de los norteamericanos de ambos países, sino de todo el planeta. James Hanson, director del Instituto Goddard para Estudios Espaciales de la NASA, señala que si este oleoducto se construye, “será el golpe de gracia al equilibrio climático planetario”.

Estados Unidos también descarta toda posibilidad de incorporarse a las metas del protocolo de Kioto en un posible segundo periodo de compromiso. «Kioto no es una opción para Estados Unidos», sentenció Todd Stern, jefe de la delegación norteamericana.

Mientras que Canadá y Estados Unidos se dedican a minar el Protocolo de Kioto, el jefe de la delegación China, Su Wei, lo define como esencial para el avance de las negociaciones, la piedra angular de un acuerdo global para detener el calentamiento global. Esta posición es compartida por la gran mayoría de los países en desarrollo.

“Durban no debe convertirse en la tumba del Protocolo de Kioto, sino en el lugar de nacimiento de su segundo período de compromisos”, afirmó Silvia Merega, embajadora de Argentina, en nombre del Grupo de los 77. “El protocolo no solo debe ser preservado, sino fortalecido”. Añadió que debe complementarse con compromisos por parte de los países en desarrollo en la lucha contra el cambio climático.

El portavoz del grupo africano, Seymi Nafo, dijo: "No podemos poner en peligro la vida de millones de personas. No podemos retrasar la firma de un segundo período del Protocolo". El Grupo Africano aglutina a 54 naciones, los que menos aporta y más sufre el cambio climático.

Las naciones industrializadas que se niegan a asumir compromisos para reducir el calentamiento global "se dan el derecho a seguir envenenando el planeta", reprochó Daniel Ortega desde Nicaragua. Mientras que el jefe de la delegación de Bolivia, René Orellana, destacaba: “Si se acaba el Protocolo de Kioto se acaba la Convención”.

Brasil igualmente insiste en que el Protocolo de Kioto sea prorrogado hasta 2020. "Si Kioto muere, nunca más se va a conseguir que los países asuman metas obligatorias", destacó el director de Medio Ambiente de la Cancillería brasileña, André Aranha Correa do Lago. Brasil, que aboga por que las naciones emergentes también asuman compromisos, ha destacado que convirtió en ley nacional su intención de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 38 % para el año 2020.

“Si el Protocolo de Kioto, que expira a finales de 2012, no se renueva en Durban, será un gran desastre para el multilateralismo”, advirtió Correa do Lago. "Si no logramos el segundo periodo de compromiso de Kioto vamos a tener una situación literalmente dramática para las negociaciones multilaterales".

La Unión Europa (UE) ha propuesto una hoja de ruta para elaborar un nuevo tratado que, firmado en 2015 y aplicado en 2020, obligue no sólo a países desarrollados, sino también a países emergentes como China, India y Brasil. El jefe de la delegación de Brasil calificó la propuesta como "maximalistas en su origen", mientras defiende el principio de la responsabilidades comunes pero diferenciadas. En su opinión, "por más que países como Brasil, India o China hicieran grandes progresos en el combate de la pobreza, seguimos siendo países en desarrollo. No tiene ningún sentido que tengamos las mismas obligaciones que los países que ya están desarrollados y que además son los principales responsables de las emisiones acumuladas en la atmósfera”.

Los representantes de la Unión Europea insisten en que el mundo necesita un plan mucho más ambicioso para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, un plan que vaya más allá del Protocolo de Kioto.


El Fondo Verde para el Clima

En las negociaciones previas en Copenhagen y Cancún se acordó la creación de un fondo de cooperación para impulsar las actividades de mitigación y adaptación al calentamiento global por parte de los países en desarrollo. Esta cooperación provendría de países industrializados y alcanzaría los 10.000 millones de dólares anuales durante el período 2010-2012. Luego aumentaría para alcanzar los 100.000 millones de dólares anuales para el año 2020. Sin embargo, en la práctica, la conformación de dicho fondo tiende a retrasarse y a convertirse en una promesa falsa adicional.

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), señaló que el Fondo Verde no debe convertirse “en un canasto vacío de promesas falsas” y pidió a las naciones desarrolladas que contribuyan con el 1,5 por ciento de su Producto Interno Bruto. LaAgencia Internacional de Energía estima que se necesitan al menos 600.000 millones de dólares anuales entre el 2010 y el 2020 para atender las necesidades más urgentes creadas por el calentamiento global.

La constitución del fondo es objeto de discrepancias entre las economías industrializadas y los países en desarrollo, aunque es una de las principales tareas de la cumbre de Durban. En Cancún se designó un Comité de Transición para diseñar los mecanismos del Fondo, que canalizará aportaciones de países industrializados hacia países en desarrollo. Sin embargo, Brasil "no está satisfecho" con el informe del Comité pues teme que se "permita una disculpa para que los fondos no aparezcan".

El Comité propone, entre otros puntos, que el Banco Mundial actúe de administrador interino del Fondo, sujeto a una revisión tres años después. "No estamos contra el Banco Mundial, pero primero tenemos que resolver la estructura legal y operativa y la relación del Fondo con la COP (Conferencia de las Partes)”, señaló el delegado de Brasil.

Uno de los aspectos cruciales en disputa es el control de dicho fondo, dada la evidente intención de los países industrializados de ejercer dominio sobre las decisiones fundamentales involucradas, lo que expondría a los países en desarrollo a arbitrariedades comerciales y políticas similares a las ya existentes en otros mecanismos financieros, tales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y los bancos regionales de desarrollo. Otro aspecto relevante es la relación entre el Fondo Verde y la ya reconocida necesidad de transferencia de tecnologías menos contaminantes de países industrializados a países en desarrollo.

Otros exigen un fondo transparente y democrático, con intereses sociales y medioambientales. También se han denunciado las intenciones de Estados Unidos, Canadá, Japón y el Reino Unido de convertir el Fondo Verde para el Clima en un fondo corporativo.

El Fondo Verde fue concebido para transferir recursos de países industrializados a países en desarrollo, los más vulnerables al cambio climático. Pero algunos países industrializados proponen que corporaciones multinacionales puedan beneficiarse de este fondo. Estas corporaciones podrían acceder directamente a fondos públicos en detrimento de las estrategias nacionales de lucha contra el cambio climático de los países en desarrollo. Esto

convertiría al Fondo Verde en un fondo corporativo, un inaceptable intento de secuestrar recursos destinados a apoyar a los países más pobres en su lucha contra el cambio climático.

Entre las posibles consecuencias se encuentra el desvío del fondo verde para subsidiar el desarrollo de tecnologías menos contaminantes, que luego sean protegidas por patentes a favor de empresas privadas. Las tecnologías que se desarrollen a partir del fondo verde deberían estar a la libre disposición de todos por igual.

También se ha cuestionado el papel otorgado al Banco Mundial para gestionar el Fondo, por su oscuro historial en la financiación de proyectos altamente contaminantes y destructivos, priorizando los beneficios corporativos e ignorando el impacto social y ambiental de las actividades que financia.

Un comité de alto nivel propuso establecer un impuesto de US$ 25 por tonelada a las emisiones de carbono provenientes del transporte marítimo y aéreo, lo que generaría unos 10.000 millones de dólares al año que se destinarían al fondo verde. Sin embargo, Estados Unidos se opone, destacando que los aportes deberían originarse prioritariamente en la iniciativa privada.

Unos 50.000 barcos de carga transportan el 90% del comercio de productos ente países. La mayoría consume bunker fuel, un combustible altamente contaminante. La organización marítima de las Naciones Unidas decidió el año pasado que todo nuevo barco de carga debe cumplir con estándares de eficiencia energética para reducir su contaminación.

A escasos días de concluir, las negociaciones de Durban sobre cambios climáticos sólo pueden producir limitados avances en el esfuerzo global por evitar una desestabilización irreversible del equilibrio climático planetario. En ningún momento se ha puesto en duda la amenaza climática, el calentamiento global ni su relación con la actividad humana. Las divergencias se circunscriben a la distribución de responsabilidades por la amenaza a que se encuentra sometida la comunidad internacional en la actualidad, la distribución e implicaciones de las emisiones inevitables de las próximas décadas, el control del fondo verde y el costo que inevitablemente deberán soportar los diferentes países durante el resto de siglo.

Durban promete concluir con acuerdos para continuar negociando, dilatando la concreción de un pacto global efectivo para reducir las emisiones de gases del efecto invernadero, y resaltando los escasos logros posibles en el enrarecido clima de negociación vigente. Una declaración final políticamente correcta resaltará algún limitado progreso sobre el Protocolo de Kioto, así como la operatividad del tan esperado Fondo Verde, aunque con recursos extremadamente limitados para el alcance de las metas trazadas.

Un acuerdo global efectivo para atender la amenaza climática sólo luce posible para finales de la década. Podría concretarse en el 2015 para entrar en efecto en el 2020. Para entonces los países en desarrollo se encontrarán con un escenario aún más restrictivo que el actual para superar la pobreza y satisfacer las necesidades más apremiantes de su población.

El retraso en la concreción de un acuerdo global sobre el calentamiento global beneficia principalmente a las economías más contaminantes y mejor dotadas tecnológicamente, al tiempo que reduce el espacio atmosférico y las opciones que requieren los países en desarrollo para superar sus vulnerabilidades más apremiantes.


Julio César Centeno

1/12/11

No es secreto para nadie que en política

No es secreto para nadie que en política, la antes marginal “postura Verde” ha ido progresivamente ganando terreno en los últimos años. Y es que en un mundo en el que las consecuencias, individuales, políticas, económicas y sociales del cambio climático han resultado insospechadamente graves, aquel discurso que se solía dejar para las notas a pie de página en la historia del progreso, se hizo más necesario y pertinente que nunca.

Partiendo del mismo principio del que han partido la ecología y la nutrición, la política Verde se ha enfocado en armonizar los elementos que constituyen y afectan a la vida, evitando los excesos y promoviendo la fortaleza del sistema social para su auto conservación, entendiendo que en este caso, se trata de sistemas sociales separados y culturalmente diversos, con las particularidades y realidades locales de cada uno.

Anteriormente acusados de “románticos”, “pendencieros” y “hippies”, los Verdes se han plantado como una opción que cada día abraza más adeptos, tanto en la ciudad y el campo, como en las academias. Personajes como Daniel Cohn-Bendit (conocido anteriormente como Dany le Rouge, hoy Dany le Vert), líder estudiantil del Mayo Francés de 1968, la revolución que llamaba a un cambio en el paradigma de las relaciones de poder entre el estado, el capital y la moral, y el individuo, o Ralph Nader en Estados Unidos, a quién le debemos el haber librado la batalla por los sistemas de seguridad vehicular que hoy nos protegen en las carreteras, han formado parte de Partidos Verdes en sus respectivos países, haciendo del tema ambiental un punto prioritario en la agenda nacional, y volviéndose hacia lo orgánico para observar ejemplos de sustentabilidad favorables para el desarrollo de las sociedades. Sin embargo, la política Verde no remite simplemente al cuidado del ambiente o la lucha por la justicia, como suele pensarse.

Lo que ha llevado a los Verdes a resaltar y hacerse cada día más actuales ha sido el giro respecto a la usual dicotomía izquierda-derecha, en la que se ha resumido la política en el siglo XX, el cambio del paradigma moderno de progreso “a toda costa”, a una concepción orgánica de la política, la economía, la vida y el planeta, que no las separa como partes constitutivas de un todo.

Desafortunadamente, en un mundo que sufre las consecuencias de la segmentariedad de los aspectos que conforman el quehacer humano en el globo (economía, política, seguridad y cultura), este cambio de paradigma aún no ha sido entendido por muchas personas.

El hecho de considerar a los factores que se hallan en la periferia del discurso político, y que en teoría se mantenían ajenos a esa política, y luego hacer intervenciones desde esos espacios para afectar y modificar aquella política; el hacer uso de la interdisciplinariedad para reunir esfuerzos y atacar problemas desde multiplicidad de frentes; el considerar los puntos que antes se mantenían en el margen para conectar y trabajar tópicos globales a través de las realidades locales, han empezado desde ya a modificar nuestra concepción de la política, la economía, la sociedad y la vida, convierten al discurso Verde en el discurso más fresco y actual, en estos tiempos en los que la misma historia es contada desde multiplicidad de perspectivas.

El gran logro de los Verdes ha sido, entonces, el haber dado con los tópicos inaparentes de la política, para plantear nuevos problemas y hallar nuevas soluciones a los viejos.